21 de enero, Día Europeo de la Mediación
El conflicto es inherente a las relaciones humanas, algo que surge como consecuencia de la diferencia de posiciones, intereses, necesidades, deseos, valores, y también de los desajustes y cambios de comportamientos individuales y colectivos… Todo ello forma parte de la naturaleza humana y de nuestra libertad de elección como sujetos.
Por tanto, no podemos evitar el conflicto. De hecho, es necesario para aprender a renegociar y crecer en nuestras relaciones con los demás. Así que no se trata de evitar el conflicto sino de aprender a gestionarlo para mejorar las relaciones interpersonales y la convivencia, y con ello también el desarrollo y el bienestar de las personas.
Desde su origen, la Unión de Asociaciones Familiares quiso contribuir al bienestar de las familias abriendo nuevas vías para la resolución de los conflictos y creando de forma pionera en España un servicio de mediación familiar.
Por aquel entonces fue una idea novedosa: un servicio al que acudían parejas en proceso de separación o divorcio y que se reunían bajo la mediación de una figura profesional, que de forma neutral y confidencial les acompañaba en el proceso de recuperar el diálogo, reorganizar su relación como padres y madres, y alcanzar acuerdos que fueran satisfactorios para todos sus miembros y, de forma especial, para sus hijas e hijos.
Desde el principio comprendimos que la mediación y la “cultura del acuerdo” que ésta promovía constituían un avance necesario para afrontar de una manera nueva las necesidades de las familias.
Y nos convertimos en expertos y expertas en mediación familiar, primero con un servicio de mediación para parejas en proceso de separación o divorcio, más tarde de mediación en familias con hijas e hijos adolescentes, y después, de sensibilización a la mediación y a la resolución de conflictos en centros escolares.
Con el fin de extender la mediación y ampliar los recursos de apoyo frente a la conflictividad familiar, fuimos pioneros también en la formación de profesionales, introduciendo la experiencia de otros países como Francia y velando por los máximos estándares de calidad para garantizar un buen ejercicio profesional.
Hace ya 30 años que apostamos por la mediación familiar. Y lo hicimos porque desde el principio entendimos que era hacerlo por el entendimiento, por la comunicación y por una cultura de diálogo y paz que nos permite progresar como individuos y colectivamente.
También porque nos hace responsables y dueños de nuestras decisiones, evitando delegar en terceros la búsqueda de soluciones y asegurando de esta manera que los acuerdos se ajusten a nuestras verdaderas necesidades.
Porque nos permite expresar libremente nuestra voluntad y participar activamente en la resolución de los conflictos. En definitiva, porque nos hace más ciudadanas y ciudadanos.
Sin embargo, la mediación familiar como vía alternativa a la judicial para la resolución de los conflictos continúa siendo hoy en día una gran desconocida para la mayor parte de la población, a pesar de sus innegables ventajas. La primera es que las partes implicadas son las verdaderas protagonistas de su historia, lo que les permite alcanzar acuerdos que se ajustan realmente a sus necesidades. En segundo lugar, porque la alternativa del diálogo frente al litigio supone un menor coste económico y sobre todo emocional. Y en tercer lugar, porque ofrece una mayor agilidad y rapidez para lograr acuerdos y soluciones.
Por todo ello, en el Día Europeo de la Mediación, queremos reivindicar el impulso de la mediación: desde las entidades, desde el ámbito profesional, y sobre todo desde las instituciones públicas para ponerlas realmente al servicio de todas las personas. A esta labor continuaremos contribuyendo desde UNAF, convencidos y convencidas por la propia experiencia de que avanzar en mediación es hacerlo en bienestar social, en convivencia y en ejercicio de la ciudadanía.
Ascensión Iglesias Redondo
Presidenta de UNAF