Los nuevos profesionales reducen de 548 a 88 días de duración media de los litigios.
Desde que el mundo es mundo en lo mas profundo de la esencia de los seres humanos aflora una tendencia natural enfrentamiento y al conflicto, propiciado por arrebatar lo ajeno y codiciar lo que tiene el vecino. Pero al mismo tiempo, la sana y constructiva práctica de mediar entre dos bandos beligerantes ha sido una constante desde los orígenes de la humanidad. Y, sin embargo, el paso de los siglos no ha supuesto que en las universidades se cultive el imprescindible magisterio para formar a especialistas en una concepto que, pese a resultar ancestral, rezuma a modernidad por los cuatro costados.