29 de abril de 2017

La mediación familiar, clave para resolver los conflictos intergeneracionales

Día Europeo de la Solidaridad Intergeneracional

  • Los hijos e hijas sufren un sentimiento de culpa al tener que decidir sobre sus padres dependientes
  • Otro de los problemas por la brecha de edad es el producido en la adolescencia al cambiar funciones, roles y estructuras familiares haciendo frente al dilema autonomía-control

La diferencia de edad entre los miembros de una familia puede dar lugar a conflictos de diversa índole. Por ello, y con motivo del Día Europeo de la Solidaridad Intergeneracional, que se celebra este sábado 29 de abril, la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) defiende el uso de la mediación familiar como herramienta para gestionar ese tipo de situaciones.

Uno de los momentos donde la brecha de edad produce más conflictos es la adolescencia, ya que es una etapa en la que deben cambiar funciones y roles para adaptarse al crecimiento de los hijos e hijas. Los progenitores tienen que asumir y aceptar el distanciamiento respecto de la vida familiar de sus hijos e hijas, adecuar las normas a la capacidad y autonomía y gestionar los límites concediendo libertad a cambio de responsabilidades. En definitiva, hacer frente al dilema autonomía-control.

Esta fase supone un reto para toda la familia, especialmente los progenitores, y una auténtica reconversión familiar en la que la mediación puede ser de gran ayuda, a través del fomento del diálogo, la escucha no reactiva y la empatía, permitiendo a los miembros de ambas generaciones resolver sus conflictos de relación de un modo positivo y eficaz.

Gregorio Gullón, responsable del Servicio de Mediación entre padres, madres y sus hijos e hijas adolescentes de UNAF, explica que “a menudo adolescentes, padres y madres malinterpretan las reacciones, las interacciones y las emociones de la otra parte. Traducir los significados de las cosas les ayuda a tener visiones más benévolas unos de otros”.

Por ello, en este servicio, dirigido a familias con hijas e hijos de 12 a 19 años, “tratamos de ampliar la comprensión de los progenitores sobre los cambios propios del ciclo vital, ayudamos al adolescente a tomar responsabilidad sobre sus propias acciones, cambiamos la mirada de déficit sobre el adolescente por una mirada de capacidad y fomentamos el diálogo y la resolución conjunta de problemas como forma de abordar las diferencias”.

Otro momento de conflictividad en las relaciones intergeneracionales es la vejez. En muchas ocasiones, los hijos e hijas sufren un sentimiento de culpabilidad al tener que tomar decisiones sobre sus padres o madres dependientes. Además, la inversión de roles da lugar a rivalidades o conflictos entre los hijos e hijas, lo que podría abordarse a través de la mediación familiar.

Para UNAF, la mediación con personas mayores es cada vez más necesaria dado el progresivo envejecimiento de la población y el incremento de las situaciones de dependencia. La toma de decisiones es problemática por la influencia de factores como la salud de la persona mayor o los conflictos de interés ligados a la economía familiar. “La mediación ayuda a la familia en esta fase de transición”.

Por todo ello, y con el objetivo de ayudar a superar los conflictos intergeneracionales en las familias, UNAF solicita un mayor apoyo de las Administraciones Públicas a la mediación familiar, invirtiendo en esta vía de resolución de conflictos y dándola a conocer como recurso al servicio de la ciudadanía.

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